Polvorones y mantecados, dos iconos navideños en nuestros hogares que en fiestas navideñas no pueden faltar.
Mantecados, polvorones, turrón, peladillas o mazapán son algunos de los clásicos en nuestras mesas en esta época del año, donde nos volvemos especialmente dulceros con la excusa navideña (¡bendita excusa!).
En esta ocasión nos vamos a centrar en los dos primeros.
Vamos a conocer un poco más acerca de la historia del polvorón y aclararemos de paso la diferencia entre polvorón y mantecado, ya que tendemos a pensar que son lo mismo.
El polvorón es un dulce generalmente pequeño, de harina, manteca y azúcar.
Se hornea a alta temperatura y se deshace en polvo al comerlo.
La manteca que se emplea suele ser de cerdo y a la preparación se le añade comúnmente canela.
También se le añaden almendras molidas y otros ingredientes como coco rallado, ajonjolí, limón o chocolate para adaptarse a todos los gustos.
La principal diferencia entre polvorón y mantecado radica en la almendra, ya que esta no es un ingrediente imprescindible en la preparación de los mantecados.
El polvorón es una variante de los mantecados, en cuya elaboración siempre se agrega almendra en distintas proporciones, según su categoría (extra, suprema, etc.).
Otra diferencia es que normalmente los polvorones son ovalados y se recubren de azúcar glas mientras que los mantecados son redondos.
El mantecado es más compacto y mantecoso mientras que el polvorón tiene una consistencia más suelta y arenosa.
Es fácil encontrar los mantecados durante todo el año, si bien los polvorones son dulces tradicionalmente navideños.
El origen del polvorón se encuentra en la Estepa, municipio sevillano de la comunidad de Andalucía, donde desde el siglo XVI, se empleaba la manteca de cerdo en la repostería debido a los numerosos bosques de encina que había, entorno ideal para la cría cerdos.
Existen documentos históricos de venta de Estepa donde se manifiesta que la Orden de Santiago firmó a favor de un banquero genovés en 1559, donde Tristán Gómez era testigo como oficio de repostero.
Pero no fue hasta el siglo XIX cuando Filomena Micaela Ruiz Téllez, comenzó a preparar sus mantecados para distribuirlos por las diferentes poblaciones por las que pasaba su marido, que se dedicaba al transporte.
Hoy día, existe una Indicación Geográfica Protegida en España de este tipo de dulces: la IGP Mantecados de Estepa.
Incluye polvorones regulados por la IGP polvorones de Estepa, aromatizados con canela y aromas naturales, y con clavo como aromatizante alternativo.
Pero por más tradicionales que sean, estos iconos de nuestras Navidades han sabido adaptarse a la actualidad y al gusto de todos, pudiendo encontrar sus versiones veganas y aptas para celiacos.
Así que no hay excusa; si eres más de chocolate, si prefieres coco o limón o si eres de los tradicionales y prefieres el clásico sabor a almendra o canela, hay un polvorón para ti.
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¿Te animas?