La buttercream clásica es la crema de relleno y cobertura de pasteles, cupcakes y tartas por excelencia y esto es gracias a su sabor, a la posibilidad que ofrece de poder aromatizarla con pastas de frutas, chocolate, ralladuras de cítricos, especias y demás complementos, a su consistencia y a que sus versiones como la cheese cream o la swiss meringue buttercream son también una delicia. Existen muchas recetas diferentes en función de los ingredientes que se añadan y de las proporciones en que se agreguen.
Pero es cierto que si queremos una cobertura especialmente firme, por ejemplo para realizar una tarta fault line o una tarta sin fondant pero totalmente cubierta, la buttercream americana es perfecta para ello. A diferencia de la buttercream clásica, esta crema lleva una proporción diferente de azúcar y contiene mucho menos aire en su interior, lo que hace que al extenderla no nos queden burbujas e imperfecciones, ya que crea una capa mucho más lisa y homogénea.